CUANDO LA PINTURA ENCONTRÓ AL CINE
Una de magia negra
Vigo von Homburg Deutschendorf (1505-1610) Azote de los Cárpatos y Conquistador de Moldavia, en Rumanía era un príncipe tirano y cruel que sometió a su pueblo a golpe de espada lo que propició una rebelión de los suyos que lo castigaron ejecutándolo de mil maneras posibles como apuñalamiento, descuartizamiento, destripamiento y otros muchos mientos. Antes de morir gritó unas palabras amenazantes que en 1989 se cumplieron en otro lugar muy lejano en distancia y tiempo a su hogar.
LA MUERTE NO ES MÁS QUE UNA PUERTA. EL TIEMPO ES SOLO UNA VENTANA ¡VOLVERÉ!
En Cazafantasmas 2, del director Ivan Reitman, nuestros héroes deben enfrentarse a la amenaza que supone Vigo en el Nueva York moderno. El malvado ser reaparecerá en el interior de una pintura que lo retrata y que se exhibirá en el Museo de Arte de Manhattan. El conservador Janosz Poha, secretamente enamorado de su compañera de trabajo Dana Barrett, se convierte en la marioneta de Vigo quien necesita a un bebé al que poder poseer para así conseguir un cuerpo humano. Óscar, hijo de Dana es el elegido siendo raptado por Janosz con forma de fantasmal niñera.
En la lucha final en la que se enfrentan los Cazafantasmas con Vigo, este abandona la pintura que formaba parte de un ritual mágico para la posesión diabólica. Con sus equipos de rayos de protones atacaron al demonio pero fracasaron en su intento de derrotarlo. Solo el canto grupal de los ciudadanos de Nueva York entonando el Auld Lang Syne, poema escocés de 1788 mezclado con melodía de una canción tradicional popular que en la víspera de Año Nuevo se entona para despedirse del antiguo y recibir al siguiente, parece debilitarlo.
Cuando su imagen cobra vida y habla tiene como fondo el río de limo rosado y psico-reactivo que los Cazafantasmas encuentran en el subterráneo de la ciudad y que encarna la maldad de la misma. Este mismo limo o mocos como se le llama en el film, cubrirá el museo y será destruido por la intervención de la viva Estatua de la Libertad.
Cuando está Vigo dentro del cuadro pintado aparece posando con los brazos en jarras como Señor de la Guerra con su traje de cuero y pieles con remaches metálicos en la armadura y decoraciones de cabezas de demonio. Alrededor está representada su tierra con el castillo asaltado en llamas y el trono de calaveras y piedra donde este se encuentra apoyado junto a un paisaje desolado y fondo neutro con nubes de humo del incendio provocado.
Para el encargo la Industrial Light & Magic pensó en Glen Eytchison que ya había trabajado en tableaux vivants o pinturas vivas que eran decorados tridimensionales con actores iluminados que parecían pinturas planas, como el óleo que se encuentra en el museo. El pintor encargado de realizar la obra fue Lou Police que había trabajado con Warner Bros, Walt Disney y sabía de que iba la cosa. Eytchison y Police colaboraron juntos y con el actor Wilhelm von Homburg que se prestó a la dura prueba.
Las diferentes pruebas y dibujos preparatorios al principio contenían objetos que desaparecieron en la obra final como árboles o un mayor número de calaveras y casas del pueblo al fondo. La original imitación al óleo, de 91´5 x 61 cms y el boceto de Lou Police se encuentran colgados en la casa de Ivan Reitman y uno de los pasillos de las oficinas de ILM y Lucasfilm de San Francisco.
Cuando el monstruoso ser es derrotado finalmente, gracias a los rayos de protones, en su lugar quedan retratados en la nueva imagen los cuatro salvadores, los tres doctores de parapsicología Peter Venkman, Raymond Stantz y Egon Spengler junto a Winston Zeddemore que se unió a ellos en la primera de las películas. Imitando una obra del Renacimiento con dioses de la mitología clásica que llevan como atributos la lira, Apolo, la ramita de olivo, Atenea y la espada, Ares o filósofos con libro, acompañan al bebé Óscar que vuela sobre una nube blanca en el centro de la composición divinizada por un rayo que desde el cielo cae sobre todos ellos. El paisaje desolado y arrasado por las llamas ha sido sustituido mágicamente por uno bucólico indefinido.
Es gracioso el gesto que hace Venkman a su lado y que recuerda a otro que repitió el Cristo Colega de Kevin Smith en su película Dogma.
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