¡Hoy nos vamos al cine! LA CITA
Como una partida de ajedrez
Los antecedentes era buenos, el pasado del director Christopher Landon invitaban al optimismo y gracias a Dios ha salido bien. Buscaba entretener con un film de suspense en el que todos los detalles importaban y a fe que lo ha conseguido. La traumatizada y viuda con hijo y hermana, Violet tenía en perspectiva una noche mágica con sorpresas en una primera cita con Henry ¿el posible hombre de sus futuros sueños? Restaurante de lujo, comida de primer nivel y unas vistas en altura que entusiasmaban así de primeras de repente se convirtió en una pesadilla sin fin. Brian de Palma aprobaría esto ya que parece de su cosecha. Yo también lo apruebo con nota suficiente porque es de las mías ¡me tiene atento a cada situación que ocurre y a todo personaje que aparece en pantalla!
Si uno se pone tiquismiquis con los sucesos se da cuenta que no es la vida real ni lo pretende. Nadie en su sano juicio aguantaría a una desconocida comportarse de una manera tan rara pero claro el poder del guion es importante y lo cambia todo. Los camareros tampoco ayudan sirviendo la cena a destiempo y a trozos, hablando más de la cuenta y participando de una conversación privada en la que no les invitaron. Los testigos de los sucesos que ocurren en ese salón son meros peones de un jugador habilidoso que parece ir dos pasos por delante de Violet y que controla todo a su paso ¡cámaras, teléfono móvil y micrófonos!
Como en una novela de Agatha Christie, los sospechosos son muchos, sus razones para participar de juego son razonables y su posición en el tablero oculta puntos ciegos en la trama. En vez de darnos la información a cuentagotas y a partir de pistas oídas en conversaciones de a dos, Landon prefiere avanzar la historia a través de mensajes de wassap o memes conocidos con naturaleza malvada. Para alguien que no controle de aplicaciones de telefonía, sistemas informáticos, alarmas inteligentes y cámaras de fotografía modernas, esta película en momentos puede ser muy loca y llevar a confusiones varias. Es la magia del cine contemporáneo que hace de la instantaneidad su mayor herramienta y del tiempo su mejor arma. No cocina a fuego lento su argumento, precipita las acciones de los protagonistas que no paran ni un segundo quietos como si estuvieran hechos de rabo de lagartija que han arrancado de cuajo.
Si eres espectador de acción no saldrás defraudado con este cocktail alchólico que te marea si pestañeas, con unas secuencias de vértigo que son chupitos cortos tomados a una mano y con lima cítrica. Tomas de decisiones correctas o justas pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte, atajos y engaños del más listo de la clase a veces son un veneno para el que tropieze con una misma piedra. Para ser conductora de primera, Violet tendrá que acelerar, para ser conductora de segunda tendrá que tener cuidado con las curvas para ser conductora de tercera o más, deberá vigilar la acera porque sino el golpe puede dejar marcas en cara o manchar la ropa de vino tinto u otro líquido de color rojizo.
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