ARTE Y CARTEL
Pathé Freres y Gaumont en competencia (Parte 9)
Los vampiros es otro de sus seriales más importantes y conocidos. En 1915 comenzó esta serie de suspense, de diez episodios que contaba con la actriz Musidora como protagonista, una Irma Vep convertida en femme fatale que traía por la calle de la amargura a todos los hombres a los que conocía. Esta cantante de cabaret se convertirá en la jefa de Los Vampiros, una banda de delincuentes que operan en París. Su aspecto recuerda a la moderna Catwoman de los comics y cine pero sin látigo.
1. La cabeza cortada.
2. El anillo que mata.
3. El criptograma rojo.
4. El espectro.
5. La evasión de los muertos.
6. Ojos hipnóticos.
7. Satanás.
8. El maestro del trueno.
9. El envenenamiento.
10. La terrible boda.
Esta vez no contamos con tantos posters. Los dos únicos que se conservan son el de Achille Mauzan que pertenece al sexto capítulo Ojos hipnóticos y el de Harford en donde se retrata por triplicado a Musidora con su traje negro ajustado junto a una serie de preguntas: Qui? Quoi? Quand? y Ou?
El enemigo de los Vampiros, Juan-José Moreno traza un plan para que Musidora falsamente parezca que ha matado a unos inocentes y además quite de en medio al Gran Vampiro y para ello la hipnotiza en su despacho. La mujer sentada en el diván no puede resistirse a los ojos de su malvado enemigo que hace con ella lo que quiere. En la parte superior del cartel un oficial militar se defiende con su espada del ataque de varios toros de lidia que ha soltado una andaluza en una finca ganadera. De uno en uno va matándolos, a veces pareciéndose demasiado a un torero en la manera de clavarles su arma.
El ilustrador francés Achille Mauzan (1883-1952) que vivía en Italia y se hizo conocido allí está ligado al Art Decó como Hartford.
Judex, su tercer gran serial es de 1916-17. Una historia en 12 capítulos y un epílogo en donde se narra la venganza de un hombre Judex o Jacques de Trémeuse hacía un corrupto banquero, el señor Favraux que ha arruinado a su familia. Como enemigos cuenta además de Favraux con una banda criminal que tiene como jefe a Diana Monti, de nuevo la encasillada Musidora y como gran amor a Jacqueline Aubry, precisamente la hija del banquero.
René Cresté, el protagonista, ya no es un villano sino un héroe que viste con capa y sombrero de ala ancha oscuro y puede disfrazarse de casi todo como los demás y tiene su guarida debajo de un castillo en ruinas, algo que nos recuerda a otro mítico superhéroe como el vengador de Gotham, el hombre murciélago Batman, El Conde de Montecristo o el enmascarado El Zorro. Feuillade y el novelista Arthur Bernède fueron los guionistas originales de este primer famoso vengador.
1. Prólogo.
2. La misteriosa sombra.
3. Expiación.
4. Los sabuesos fantásticos.
5. El molino trágico.
6. El niño regaliz.
7. La mujer de negro.
8. Las mazmorras del Chateau Rouge.
9. Cuando el niño aparece.
10. El corazón de Jacqueline.
11. El duende del agua.
12. El perdón del amor.
13. Epílogo.
El pintor e ilustrador Leonetto Cappiello (1875-1942) ha pintado un affiche en donde la figura brillante sobresale del fondo oscuro, a la manera de este artista. Escondido en la cueva debajo del castillo puede utilizar la moderna tecnología para sus interrogatorios o misiones, como Batman. Jean, la hija de Jacqueline baja las escaleras agarrada a la mano de su madre para ir a navegar en barco, en el noveno episodio del serial bajo la mirada de su abuelo en la segunda litografía.
De él se dijo:
Cerca de los Grassets heráldicos, de los Cherets colorados, las estampas de Cappiello, iguales a unos fieles espejos que dibujarían otra vez de volada los miles y unos reflejos de la multitud divertida y multicolor, logra expresar, con una sola figura, su sonrisa, su actitud, su gracia un poco mono, la virtud de un producto. La mujer bonita al torso envuelto en un corsé, esta otra, con los labios púrpuras y su cabello soleado, la falda ligera, que toma una limonada, esta tercera escotada, sonriente, quien tiende su vaso al mesero todo vestido de negro quien le echa Medoc, y por fin, la mujer al “cachou”, son carteles a donde esta perfecto. Sus otros carteles publicitarios teatrales que compuso sobre Réjane, Balthy u Odette Dulac, tienen el encanto singular de algunos dibujos burlones, que un caricaturista, amante del estilo japonés y del humor le hubiera gustado trazar de nuestras reinas del teatro. Aun Aquí, es el procedimiento usado por Cappiello en sus croquis: el rayo unificado, ampliado poco a poco, sinuoso, serpentino o burlón, algo parecido al esguince expresiva de una figura divertida, el relieve ingenioso de una parodia chisposa
Dulac Stoyanovitch, también ha pintado un cartel de ese mismo episodio, justo el momento en que la bella bañista Daisy Torp que trabaja como trapecista en el circo, es ayudada por el detective Alfred Cocantin que le proporciona un albornoz cuando ella sale del agua.El azul lo inunda todo, desde las aguas del mar hasta el cielo haciendo que en ocasiones se confundan.
Un año después lanzó una secuela, La nueva misión de Judex que contaba con otros doce capítulos y sus propios posters. El protagonista era el mismo René Cresté y casi todo el anterior cast salvo algún secundario menos importante.
1. El misterio de una noche de verano.
2. ¡Adios a la felicidad!
3. El embrujado.
4. La habitación de las emboscadas.
5. El bosque embrujado.
6. Un resplandor en la oscuridad.
7. La mano muerta.
8. Cautivos.
9. Los documentos del Dr. Howey.
10. Los dos destinos.
11. Delitos involuntarios.
12. Castigo.
El resto de seriales, de finales de esa década y comienzos de la siguiente son de menor importancia y siguen ideas similares. Tih Minh, de 1918, es una serie de suspense de 12 capítulos también en donde se mezcla acción y aventura con un tesoro escondido que debe ser encontrado. Jacques d ´Athys, su sirviente y una joven que ha llegado con él de Laos, se enfrentarán a una banda de espías en Niza que pretenden robar el libro que contiene un mensaje codificado que revela el lugar donde se halla el tesoro. René Cresté vuelve a repetir con Feuillade y Mary Harald es la gran sorpresa interpretando a la mujer asiática que lo acompaña. Barrabás, con otros doce capítulos, nos presenta en 1920 a otros villanos como son Rudolph Strélitz o su mano derecha el doctor Lucius. Claude Várese, un abogado, será quien intente detenerlo y llevarlo ante la justicia también por venganza como Judex. El penúltimo cronológicamente hablando fue el de Parisette, de 1921, también con doce episodios que esta vez se acerca más al drama que al género policíaco y de aventuras. Sandra Milovanoff es esta Parisette que se enfrenta a todo son gran arrojo.
El artista y cartelista español Emilio Vilá (1887-1967) que vivía en Francia y conoció a Toulouse-Lautrec y su compatriota cubista Picasso, si solía colocar su apellido en alguna de las esquinas de los mismos con letras minúsculas. Sus obras brillantes y coloridas encajan perfectamente con el estilo que se llevaba en este país por esos años. Son mágníficos sus dos posters para Tih-Minh con escenas únicas de peligro en las alturas u otra clase de riesgos y apuestas.
Del sexto capítulo de Barrabas tenemos un affiche en el que estamos a punto de ver una agresión violenta con un jarrón en un lujoso interior y otro del onceavo de nuevo con un paseo en barco, como en Judex, realizado por el artista Henri Florit, de la segunda generación de cartelistas franceses de cine, activos en la década de los veinte. Él y Armand Rapeño serán estudiados con más profundidad en el capítulo dedicado al grupo de los cartelistas del cine impresionista francés.
Georges Biscot, aquí como Cogolin, vuelve a aparecer en un serial de Feuillade, como en Barrabas, esta vez acompañando a Parisette. La aventura puede encontrarse hasta en el fondo del mar como se puede ver en el cartel del duodécimo episodio. En cada uno de ellos se especifica que estaba publicado en un periódico como L ´INTRANSIGEANT. El serial de Tih-Minh sin embargo fue publicado en otro diario francés, el LE PETIT PARISIEN y el de Barrabas en LE JOURNAL.
Acabaría Feuillade con un serial menos ambicioso como es El hijo del pirata, de 1922, con otros doce cortometrajes que no llegan a la hora la mayoría de ellos. Gaumont vuelve a cambiar de cartelista, esta vez C. Vaillant, un valiente pintor que comienza a salirse de la norma establecida con figuras que parecen inacabadas a las que les faltan color y extraños efectos sin sentido como la luz amarillenta con forma definida que aparece detrás de los personajes en el primer póster y los tonos verdosos de los rostros de los militares del segundo, influencia del expresionismo alemán. El tema de la locura que se toca en este film sin duda influyó en la construcción de dicha obra. El star system estadounidense comenzaba ser exportado a otros países, aquí Aimé Simon-Girard como Yves le Paimpolais y Jacques Lafont.
Daco, Stoyanovitch, C. Vaillant, L. Cappiello, Emilio Vilá y E. Villefroy son casos extraños de una productora que se salió de los marcos establecidos en cuanto a las medidas de sus trabajos con carteles que pasaron de los 160 x 120 cms a 150 x 110 y medio formato con 110 x 75 cms. Logo de colores y una única escena y dos combinando visión vertical u horizontal (arriba o abajo) Villefroy es del gusto por el color dorado en fondos u oscuro en la noche (árboles recortados en ella)
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