ARTE Y CARTEL



Cómicos caricaturizados (Parte 2)

 


Pero no solo de Max Linder vivía Barrere. Otros cómicos como Boireau, André Deed, pronto se convirtieron en estrellas en su tierra. Este acróbata y cantante, luego actor de comedia, era un imán para el caos y el desastre, destrozando todo lo que tocaba. Sus gags más comunes son las caídas y los golpes absurdos, un cine burlesco que acababa de nacer en Francia. La caricatura de Barrere siempre le muestra con un mentón muy pronunciado, nariz aguileña y grandes orejas. Viste con traje aunque puede disfrazarse de casi todo y lleva sombrero. Por primera vez vemos como las vanguardias están empezando a calar hondo en los pintores y cartelistas. Adrien Barrere decide dedicar algunas de sus litografías cinematográficas a sus actores favoritos que son dibujados como retratos cubistas.

En Boireau, danseur de corde, demuestra sus dotes para el equilibrismo, en Boireau spadassin, es un as de la esgrima, puede cargar con un montón de maletas en Boireau en voyage y se va de expedición científica como si fuera Jacques Cousteau en Boireau en mission scientifique, todos films de 1912-1913.

 


 



 

                                    

 

 

Tras leer las novelas de Alejandro Dumas, Boireau vence a su maestro Crévetout y en la calle sigue haciendo de las suyas armado con su florete. Nada puede vencer a un hombre que provoca una lluvia de estrellas cuando hiere a su enemigo.

 

 


Aunque André Deed sea bajito eso no le impide convertirse en un acróbata de circo que baila sobre la cuerda, una especie de Philippe Petit con paraguas en vez de pértiga.

 

 

 

                                       



                                   
                      

 

Rigadin es otro de estos cómicos, olvidados por la mayoría. Charles Prince, primero en el teatro y luego en el cine, de la mano del director Georges Monca, interpretaba también a un patoso caballero que siempre andaba metido en líos por culpa de intereses amorosos recibiendo golpes a diestro y siniestro. El slapstick estaba en pleno auge y Barrere se aprovechó de ello. Su apellido siempre aparece en cada uno de los carteles de sus películas PRINCE, identificándole como el protagonista del mismo. Una única escena ocupa toda la extensión de la litografía con la presencia de pocos personajes, muchas veces solo Rigadin, en interiores o exteriores, con la línea del horizonte que coincide con la altura de las rodillas de nuestro amigo.

 

 

 

                                           

 

 

¡Menudo puñetazo le propina la mujer de Falempin a Rigadin! Ni siquiera el ramo de flores la contenta. Tampoco lo pasa nada bien el rubio actor cuando es secuestrado por los dos gitanos que piden a la productora Pathé dinero por su pelo o cuando el propio Napoleón en un sueño quiere matarlo.

 

 

 


 

                              


 

En todos los casos el título en letras mayúsculas se coloca en la parte superior mientras que el nombre de la productora PATHE FRÉRES ÉDITEURS se escribe en la inferior. Es común que Barrere coloque algún objeto que cae al suelo, ya sea una botella, un sombrero, papeles, etc...

Por duplicado le vemos interpretar a Charles Prince a Rigadin. Los dos hermanos gemelos son vendedores en el film de Georges Monca de 1912 titulado Rigadin a tué son frére. Mientras uno cree que su hermano ha muerto y le llora con una corona de flores en sus manos, el otro mientras sonríe después de haberse emborrachado y haberse quedado dormido debajo del mostrador de la tienda. Son dos caras de la misma moneda, una tragicomedia que por fortuna acaba bien, una pesadilla tan dolorosa como el mal que le aqueja y que le lleva a ir a visitar al dentista en Rigadin a mal aux dents, de 1914.

 

 

 

                                                 


 

Comenzaban ya despuntar las ideas vanguardistas del cubismo analítico de Pablo Picasso y Georges Braque. Es tiempo de tratados teóricos como el de Gleizes y Metzinger o de Apollinaire sobre los pintores cubistas.También es una buena época para la fotografía y por eso Rigadin aprovecha para convertirse en pintor y fotógrafo al aire libre. Lo suyo no es el paisaje sino el retrato humano como el de su criada o el padre de su prometida, un pintor clásicista como el señor Rondebosse.

 

 

                                  


 

El campo puede ser un suplicio sobre todo si te colocas al lado de un hormiguero. Quien observa el cartel imagina que Rigadin está en el campo para coger setas pero en el fondo lo que quiere es ser un fotógrafo enamorado de la naturaleza ¡y de algo más humano!

 

 

 


 

Solo igualando a estas tres estrellas está Dranem que venía del music-hall como cantante, actor de teatro y artista de variedades. Armand Ménard, su verdadero nombre, es el cómico francés del sombrerito y la pajarita, un hombre que puede también disfrazarse de mujer o ser el padre de una familia muy numerosa. 1912 fue su año.

 

 

                                       


 

Dranem travestido trabaja para los señores Loupard y Pefin que le colman de regalos pensando que es una bella mujer. Esta moderna taquígrafa y mecanógrafa, con sombrero floreado, domina como nadie la máquina de escribir Remington como si fuera toda una profesional mientras nos mira desde su cartel. A ellos les puede engañar ¡a nosotros no! Le delatan esos zapatos y pantalones debajo de la colorada falda estampada.

 

 

 

                             





 

Después de haber cambiado los papeles, el amo de casa Dranem pasea junto a su mujer y sus hijos. Entre ellos encontramos niñas de pelo moreno, rubias, niños con pelo corto, largo y hasta muñecos que visten y se parecen al cómico. Una de los más pequeñas en el carrito de bebé ondea la bandera de Francia contenta porque sale a la calle. Estamos ante un claro ejemplo de familia tradicional con unos roles muy definidos. El cabeza de familia fuma en pipa despreocupándose de los niños mientras su esposa empuja el carro con los gemelos, atenta a lo que pueda suceder.

 

 

 


            



 

También para Pathé, Adrien Barrere dibujo al cómico Bigorno, a la pareja Little Moritz y Rosalie y al detective Nick Winter.

Romeo Bosetti dirige Comica, una filial de la Pathé fundada en 1910 en Niza, de allí salen las series cómicas de todos ellos, incluido Babylas que representó el artista Gus Bofá. Anteriormente había estado con Gaumont pero cambió de chaqueta.

 

René Lantini, Bigorno, es un imaginativo cómico que vive interesantes y mágicas aventuras acompañado de sus amigos. Se cree un cazador que persigue ciervos, en realidad perros del barrio montado en un extraño vehículo, el mismo o muy parecido al que aparece en otro cartel del cómico Little Moritz o Maurice Schwartz. El farol ha sido sustituido por un paraguas y el volante es más cómodo que la palanca que el conduce junto a su amada pero el motor es casi idéntico con el mismo tipo de tubo de la chimenea.

 

 

                           

 

 

La robusta Sarah Duhamel, Rosalie para los amigos, junto a su pareja, el narigudo y pequeño Moritz también colaboró para Eclair en otras comedias donde las caídas y los golpes eran frecuentes. Por mucho que intentara ponerse fuerte su novio rara vez podían escapar de los peligros que los acosaban. Al final la casa era la que pagaba el pato, destrozándose muebles como puertas y rompiéndose espejos tal y como podemos ver en el affiche de Little Moritz se fait les muscles, de 1911.

 

 

                                


 CONTINUARÁ...


 

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