¡Hoy nos vamos al cine! ESTADO ELÉCTRICO
Love, death & Robots
No es una película que podamos ver en el cine. Este estreno viene de la mano de Netflix pero es lo suficientemente importante como para compararse en presupuesto con grandes blockbusters de este año. Estado eléctrico juega en las grandes ligas, tanto en efectos especiales como en reparto de actores y actrices o directores con los hermanos Russo a la cabeza.
El mundo de este film es un pasado cercano pero reconvertido en otra cosa. Unos años noventa distintos donde los humanos y los robots han combatido en una guerra cruel que al final se decidió por intervención de la compañía tecnológica Sentre que gracias a los neurocasters o aparatos que te permiten transferir tu mente a robots dron. Los humanos convertidos en algo diferente que los aleja de la realidad y robots más humanos que han sido apartados del mundo como desechos.
Todo esto puede cambiar. Una joven que busca a su hermano secuestrado por Sentre da juego y se convierte en una aventura con acción con Chris Pratt en su papel favorito de graciosillo que le ayuda a conseguir su objetivo...
La influencia de películas como Ready Player One, Terminator, Yo, robot o La amenaza fantasma, de la saga Star Wars es más que evidente así como la crítica a el uso inadecuado de la tecnología que en vez de conectarnos a unos con otros nos evade de la vida real y nos aleja del alma y corazón que nos hace únicos. La mente es el arma más poderosa que tenemos pero sin corazón es un nada que solo puede traer retraso en vez de un evidente progreso. Las inteligencias artificiales, la realidad virtual al servicio del tirano que busca el poder y el control a través de las máquinas. Todo eso es Estado eléctrico que puede verse en la plataforma de Netflix esta semana o lo digital como ejemplo de instantaneidad no duradera en el tiempo ¡un mal moderno en nuestro presente!
Esta road movie con robots y humanos colaborando por un bien común sirve como escaparate de máquinas originales con formas, dimensiones y pensamientos únicos y singulares buscando una convivencia en paz y armonía con los humanos. Algunos son bateadores de baseball, otras carteras, algunos pianistas, otros estrellas de cine en programas infantiles o un grupo variopinto de amigos que pelean por el bien común sacrificando lo que tienen ¡sea poco o muncho! Estado crítico que va dirigido a un público adolescente es un Love, death & robots de manual con un solo episodio largo y pretensiones mayores que las que tiene el malo de Stanley Tucci como Ethan Skate, el mandamás de Sentre y a la larga jefe final o boss de este videojuego de desarrolladora norteamericana.
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