¡Hoy nos vamos al cine!                    PRESENCE



                                                       Casa con regalo incluido


Presence, de Steven Soderbergh no es una película más. Te puede gustar o no, ahí no me meto pero no se le puede negar la mayor y es que es original tanto en sus formas como en sus lamentos. Pide que algo cambie en el género del terror ¡qué todo no sean jump scares o sustos repentinos! La forma también varía y la primera persona proporciona inmersión en todo aquello que sucede como si fuera un documental guionizado. La familia Payne con Chris y Rebekah como padres y Tyler y Chloe como hijos se va a encontrar con una presencia inesperada en su nuevo hogar al que acaban de mudarse. Algo les observa y vive en el armario de la habitación de la joven o sabe que allí va a ocurrir algo terrible. La presencia presiente que debe proteger a la joven que está allí, parece conocerla y establece un vínculo invisible difícil de romper. Lo que al principio parecía resultar aterrador y amenazante ¡tirando cosas o haciendo un ruido ensordecedor! después no lo es en absoluto y hasta ahí puedo leer... todo lo que pueda seguir diciendo será un gran spoiler del film muy a mi pesar.






Quizás lo más importante no sea la historia de fantasmas o espíritus que se cuenta. El poltergeist que parece reflejarse en los espejos o que se esconde en el armario cuando se pasa de la raya, es un voyeur o mirón que simplemente está de paso y que interactúa con la familia en contadas ocasiones y cuando la situación o escena es negativa para todos ellos. Siente y padece como uno más, se entristece cuando algo no es positivo y se enfurece cuando su sentido moral entra en acción. Es un espíritu que parece muy humano en emociones y sentimientos con reacciones que podríamos esperar de cualquiera de nosotros y eso lo hace muy especial y cercano. Tiene limitaciones, como no poder salir de allí ¡recorre las distintas habitaciones y salas como un alma en pena con un propósito misterioso! o no poder tocar a las personas ¡los objetos sin embargo si pueden moverse solos a su voluntad o por medio de vibraciones sonoras o energías espaciales!





Soderbergh no necesita muchos personajes ni muchos escenarios para construir su historia. Una casa, cuatro nuevos inquilinos y secundarios que van y vienen aportando información importante para el desenlace final e ideas que ha cogido de aquí y allá de otros largometrajes de terror o suspense como Poltergeist de Tobe Hooper o El sexto sentido. La vida con sus problemas y sus obstáculos pueden amargar y erosionar la unión de la familia, los pequeños roces entre sus miembros pueden ocasionar un mal irreparable y para ello la muerte a veces puede ser de gran ayuda ¡aunque parezca difícil de entender! 

Los objetos son una fuente inagotable de información y por ello los primeros planos de algunos de ellos merecen una segunda pasada. Espejos como portales entre mundo espiritual y humano, botellas de alcohol como símbolo de toxicidad y veneno para los hombres, teléfonos móviles u ordenadores como distracción y muro que puede separar a las personas e individualizarlas alejándolas del buen camino y la buena voluntad ¡broma con fotos en redes sociales que hace daño o estafa oculta con consecuencias legales!







Este es el verdadero terror de Presence, el de la vida con sus amenazas y sus peligros haciéndole un guiño al tema de las drogas o la enfermedad mental y depresión que puede conducir al suicidio o al asesinato. Y puedo decir que a veces es más horrible y menos conocido que el de los fantasmas o espíritus. A algunos no sabes de que pie cojean, no les ves venir, a los muertos directamente no los ves...





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