¡Hoy nos vamos al cine!   BRIDGET JONES: LOCA POR ÉL



                                                 Yo, yo misma y Bridget Jones


Como en Yo, yo mismo e Irene, la película de los hermanos Farrelly donde también trabajaba Renée Zellweger con unos cuantos años menos, Bridget Jones ha mostrado durante la saga de este personaje tres caras distintas. Conocimos a una Bridget Jones inocente y virginal que como soltera buscaba su media naranja, también a la mujer que compartió su vida con el perfecto Mark Darcy y ahora a la madre de dos hijos maravillosos que se queda viuda y debe volver a vivir unas experiencias nuevas en un mundo moderno que no espera a nadie. 




En este capítulo de su vida, el diario debe rellenar sus hojas en blanco con escenas del presente que miren de reojo al pasado y escriban su futuro. Bridget Jones regresa a lo que mejor sabe hacer, pintar de colores las vidas grises de algunos de sus amigos y amantes que no saben al terremoto al que se enfrentan ¡ni un silbato puede detenerla! Fantasmas del pasado y recuerdos que aconsejan buenos momentos y felicidad plena compiten con su voz en off  por ser los vencedores que se llevarán el premio de una decisión acertada y eso es complicado cuando la patosa y precipitada Bridget tome el control... 


           



Saber dar con la tecla en la situación que se enfrenta, superar el ahora o brillar en crisis y debilidades humanas por las que muchos pasamos no es fácil, tampoco lo es descubrir y sacar de los cajones del armario toda la inseguridad que no te deja avanzar. Bridget Jones aprende a base de meteduras de pata y equívocos no provocados que la felicidad de la que le hablaba su padre están en detalles menores y una monotonía que aunque a veces atrone en los oídos es música celestial para estos. La soledad, la inoportunidad o la costumbre no son malas, solo hay que saber afrontarlas y reírte pícaramente de ellas.





El film de Michael Morris tocará el corazoncito de muchos ¡el mío incluido! y eso es complicado de decir porque tenía ciertas reservas sobre lo que me iba a encontrar. Pensé en una película de mujeres para mujeres y me he dado cuenta que no se parece a eso en absoluto. Un hombre cincuentón puede disfrutar de ella y hacerse las mismas preguntas sobre la madurez o el paso del tiempo que la misma protagonista hace. No es necesario tampoco estar casado, ser viudo o tener hijos, ya que muchas de las cuestiones tratadas suceden en nuestro día a día para gente que ya tiene cierta edad y que siente que estorba o que el mundo parece echarle de él sin motivo alguno. Uno se levanta algunos días con la clara sensación de que es un cero a la izquierda y que está por debajo de lo que se esperaba pero nada más lejos de la realidad. Todos somos importantes y debemos valorar cada segundo que pasamos con aquellos que queremos porque son un tesoro que se abrirá a su debido tiempo ¡la familia es importante!  La vida es tan imperfecta que hasta sus sombras iluminan más que sus luces, un ying y yang con opuestos con rostros de guardabosques o profesores que se complementan e interconectan en puntos e instantes desconocidos y sorpresivos. Bridget Jones juega en casa o a domicilio un partido que al final gana por goleada...









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