OBJETOS ICÓNICOS DEL CINE


                                                             Una perla de vestido



Una película como Desayuno con diamantes con la estrella Audrey Hepburn tiene dos objetos icónicos que han pasado a la historia del cine como recuerdo imborrable. Por un lado el collar de perlas y diamantes que luce en su cuello y por otro el vestido oscuro que lleva puesto.

Este collar fue diseñado por la casa Tiffany´s y está hecho de platino con diamantes y perlas y tiene cinco vueltas. Una piedra amarilla encontrada en Sudáfrica fue cortada y tallada por el doctor George Frederick Kunz contratado por el joyero Charles Tiffany en 1877. Fue expuesta en su joyería de la Quinta Avenida de Nueva York junto a otras piezas partir de los años 40. Este “diamante Tiffany” de 120 quilates fue usado por Audrey Hepburn en la promoción de la película en 1961 viéndose en una sesión de fotos. Ha sido exhibido en muchos países entre los que se encuentran Estados Unidos, en el Smithsonian y Francia en los Campos Elíseos.

 

 





 

El vestido de satén del diseñador Hubert de Givenchy, quien colaboró con la actriz en ocho películas, es de color negro abierto por detrás. En el año 2011 fue guardado para sus conservación.Llevaba en el Museo del Traje de Madrid desde el año 2006 cuando lo donó su creador. Después pasó por otros museos madrileños como en el 2015 siendo visto en el museo privado Thyssen.

Este vestido negro tan idolatrado fue elegido por la propia Miss Hepburn. Lo vio en el desfile de la colección del diseñador, le encantó y lo quiso tal cual para la película. El director del filme, Blake Edwards, dio el visto bueno a la prenda porque le gustaba su escote. Aunque Givenchy no estuvo en el rodaje de Desayuno con diamantes en Nueva York, explica que se le encargaron tres vestidos idénticos por si había algún problema durante la filmación.

Audrey Hepburn donó al modisto el vestido original, el que había usado en la película; sería el que se expone ahora en el Museo madrileño, aunque sea difícil asegurarlo, puesto que se trata de tres copias idénticas. El hijo de la actriz, Sean Ferrer, conserva en estos momentos la segunda copia de la prenda, y el tercer vestido fue donado por el modisto al escritor Dominique Lapierre con fines benéficos, para que fuera subastada en provecho de su fundación en la India. Dominique Lapierre subastó el vestido en Christie’s el 5 de diciembre de 2006, que alcanzó la cantidad de 607.720 euros, el precio más alto jamás alcanzado en subasta por una prenda cinematográfica. Tres pujantes se la disputaron durante unos diez minutos: dos estaban en la sala (un representante de la joyería Tiffany’s de Nueva York y un delegado de un Museo de Japón), mientras que un tercero, de manera anónima, participaba por teléfono. Este último ganó la puja. Se ha acabado sabiendo que se trataba, nada más y nada menos, que de Bernard Arnault, el presidente del grupo LVMH, un emporio francés del lujo propietario actual de la firma Givenchy, con lo que el vestido ha vuelto a los fondos de la casa.

En los figurines que se conservan en el museo madrileño  leemos escritas unas notas breves en francés del modisto que apuntan lo siguiente: “Vestido de Breakfast at Tiffanny’s. Audrey Hepburn. Satén negro. Guantes largos de satén negro. Collar de perlas y brillantes. Fuma cigarrillo. Joyas diamantes. Peinado. Gafas de sol negras”.

Es un vestido de noche en satén negro azabache. Su falda tubo es larga hasta los pies y tiene una abertura lateral. El cuerpo del vestido aparece cerrado en el delantero y abierto en la espalda, con un corte que deja al aire los omóplatos y luego se cierra con una pieza semicircular. Se complementa con una larga boquilla negra, plegable y adornada en su parte media con un anillo color ámbar con dos filas de brillantes, una en cada lado de la boquilla. En la película Desayuno con diamantes, Audrey Hepburn lleva con este vestido un chal de seda blanco y un collar de perlas. También usa unos guantes largos, gafas de sol negras y lleva el pelo recogido por una tiara de diamantes. Es un vestido en la línea de los clásicos trajes negros de noche. Chanel en los años 30 había puesto de moda el “fourreau” negro, también llamado “litlle black dress” por los americanos, pero con la diferencia de que estos eran cortos, por debajo de la rodilla, mientras que Givenchy opta por el largo hasta los pies.

 

 

 




       



Otro de los diamantes más famosos aparecidos en el cine es el que lució en un anillo la gran Marilyn Monroe en el film Los caballeros las prefieren rubias cuando cantaba el famoso tema en el que ensalza el gusto de las mujeres por los diamantes vestido con un vestido de seda rosa chillón. Esta piedra de gran valor tiene nombre y procedencia. Esta es su historia:

Fue descubierto en Vadodara (Baroda), India. El diamante, canario de color amarillo, se cortó en forma de pera. Cuando lo encontraron, el diamante en bruto pesaba 25,95 quilates (5.190 grs). The moon of Baroda fue originalmente propiedad de los maharajás de Baroda. La familia real del maharajá Gaekwad fue la dueña de él durante 500 años. La gema fue usada más tarde por por la emperatriz María Teresa de Austria, la única monarca femenina de la dinastía de los Habsburgo devuelta más tarde de nuevo a la India con sus anteriores dueños colocándose en el año 1860 en un collar. El maharajá Sayajirao Gaekwad lo vendió a un comprador desconocido en la década de 1920. El diamante resurgió en la década de 1940, cuando en 1943 fue comprado por Meyer Rosenbaum de Detroit, el presidente de la empresa de joyería Meyer. Rosenbaum más tarde se lo dió a Marilyn Monroe , que lo usó para el rodaje de la película Los caballeros las prefieren rubias. Su peso ya estaba en 1408 grs.  Más tarde se mostró al público en una exposición en 1944.

En 2008, la Luna de Baroda se exhibió al público en la exposición “Diamond Divas”, organizado por el Centro Mundial del Diamante de Amberes. El 28 de agosto, 2012, en un programa de televisión japonés el señor Matsuki, un japonés residente, consultor de gestión en California, apareció con lo que según él era The moon of Baroda. Un experto japonés de diamantes, un tal Sr. Honma dio por autentico el diamante y se evaluó en 150 millones de yenes.

 






            













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