¡Hoy nos vamos al cine! AMATEUR
Un hombre con brújula perdido en el mundo
Charlie Heller está perdido en el mundo. Su esposa le ha dejado solo y únicamente la venganza le da fuerzas para continuar viviendo. La CIA está encriptada ¿quién la desencriptará? el desencriptador que la desencripte buen desencriptador será. Venganza y desencriptaciones es de lo que va este film a lo Jason Bourne que juega las bazas de la acción, suspense y espionaje en una bomba casera a punto de estallar.
Nadie creería que un hombre débil físicamente, pacífico y con contactos anónimos podía convertirse en un letal asesino o agente en la sombra que viaja por todo el planeta buscando a unos objetivos muy concretos y con historia. Charlie Heller es ese sujeto u operativo sin licencia para matar al que atormentan unos fantasmas con curvas y nombre de mujer y que esperan que encuentre la paz aquí o en el cielo.
Es bueno ver de nuevo a alguien como Laurence Fishburne o nuestro querido Morfeo de Matrix enseñar a un nuevo alumno a desenvolverse en el peligroso tablero de las agencias de inteligencia o seguridad de países tan poderosos como Estados Unidos o Rusia.
Lo que uno puede aprender de profesores como Robert Henderson o agentes de calle como "El Oso" e internacionales como la ex de agente de la KGB, Inquiline, no cabe en su portatil. Este MacGyver moderno, patoso e inexperto que es incapaz de disparar a nadie a la cara, está en una cuenta atrás con pronóstico reservado. Se ha enfrentado a poderes que tienen mejores armas y tecnología que él, elementos de campo con experiencia reputada y oscuros intereses y pretende salir airoso de tal empresa. A su favor cuenta con el factor sorpresa y el menosprecio a sus aptitudes y dones con la informática que hackearán a más de uno y volverán del revés sus discos duros.
No es broma este asesino en serio que tacha nombres y fotografías de terroristas y criminales en su memoria a corto plazo ni tampoco el método que usa para acabar con ellos a distancia y dejando la puerta abierta a que puedan salvarse. Es como un desconocido John Kramer o Jigsaw trampeando los entornos en tiempo record en algunas capitales europeas como París, Madrid, Londres o Estambul huyendo a la carrera como alma que lleva al diablo...
Langley no sabe a lo que se enfrenta, algunos de sus jefes corruptos con muchos y terribles trapos sucios tampoco ¡tráfico de armas u operaciones ilegales secretas! pero pronto van a averiguarlo. Cuando al ángel lo conviertes en demonio, sus actos además de milagrosos son maquiavélicos y huelen a azufre.
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