OBJETOS ICÓNICOS DEL CINE

                                  

                                                              El deseo de un niño

Un jovencísimo niño en Big, film de 1988,  pide un deseo a una máquina Zoltar en un lugar, el Playland, un increíble parque de atracciones en la localidad de Rye, a unos 40 km de la ciudad de Nueva York. Cuando volvió ya de mayor para cambiar su deseo la máquina estaba en el Astroland, en Coney Island para concedérselo pero en verdad no está en ese lugar. Una máquina expendedora de Pepsi se encuentra en su lugar. 

La máquina muestra al adivino con ojos rojos brillantes ricamente vestido con turbante y pluma decorativa además de adornarse con diversas joyas. Las dos frases que se escriben en dicha máquina son:

AIM RAMP AT PRESS RED BUTTON ZOLTAR´S MOUTH TO RELEASE COIN

 Y ZOLTAR SPEAKS

 

Roger Hess construyó una réplica en el 2008 bastante fiel al original que se encuentra en Minneapolis. Una máquina que tiene forma árabe imitando con su cúpula y los arcos de herradura de las mezquitas. La decoración de inspiración islámica enriquece este objeto singular.
 

 

         

Se introducen las monedas de 25 centavos por una ranura dorada y se guía con un par de ruedas a la misma que tiene que caer en su boca tras apretar el botón rojo que aparece entre ellas. Mientras lo hacemos se puede leer: ZOLTAR SAYS MAKE YOUR WISH

 

     

Debajo de la figura del adivino podemos ver algunas monedas que han fallado y que no han caído dentro. Los ojos del mismo lucen de color rojo mientras la boca mecánicamente se abre y cierra.

 

Por último una tarjeta cae de la máquina para informar que se ha concedido tu deseo.

 

                                         RECEIVE CARD HERE           ZOLTAR SPEAKS

        YOUR WISH IS GRANTED      

   

                            

La verdadera máquina Zoltar se encuentra en el vestíbulo del Falcon Theatre en Burbank, California, propiedad de Garry Marshall, el hermano mayor de Penny Marshall, directora de Big. También existe otra réplica en la jugueteria FAO Schwartz de Nueva York, muy distinta a la original. De hecho hasta venden una en miniatura con todos sus detalles...