OBJETOS ICÓNICOS DEL CINE
El Corazón del Mar dibujado
Uno de los diamantes más conocidos de la historia del cine apareció en un exitoso film de James Cameron. Titanic de 1997 no solo eran el barco, Leonardo Di Caprio y Kate Winslett. También hubo un objeto que se nos quedó en la retina. El collar con el diamante Corazón del Mar quedó dibujado pero finalmente se perdió en el océano lanzado por la anciana al final de la película.
Este diamante tiene una historia muy singular. James Cameron se basó en una historia real que pasó en el barco.
Kate Phillips, la auténtica protagonista, tenía 19 años y trabajaba como dependienta en una tienda de dulces (una pastelería), en Worcester (Inglaterra). El propietario de esta pastelería era Henry Morley, de 39 años. Los dos se enamoraron y Henry dejó a su esposa y sus dos hijos para comenzar una nueva vida en América. Compraron dos billetes de segunda clase en el Titanic. La explicación que dio Henry Morley al reservar los billetes es que se dirigía a Los Ángeles para recuperarse de una enfermedad. Al embarcar en el Titanic se registraron como Sr. y Sra. Marschall. Cuando se estaban llevando a cabo las operaciones de "abandono de buque", Henry trató por todos los medios de subir a uno de los botes salvavidas para acompañar a Kate, pero no lo consiguió. Cuando su querida Kate iba a embarcar en el bote salvavidas, Henry le entregó un precioso y valioso colgante, que ella conservó durante toda su vida y que fue el objeto más valioso de su herencia. Henry falleció en el naufragio y su cuerpo nunca fue encontrado, ya que desapareció bajo las aguas arrastrado por la corriente que produjo el hundimiento del casco. Kate, que sobrevivió, regreso a Londres junto a sus padres.
En el 2012 se expuso en Titanic The Exhibition, en el Museo Marítimo de Barcelona la verdadera joya que le dio Henry a Kate.
James Cameron cambió el color y la forma de la joya basándose en otro diamante.
La joya de Cameron es un colgante de diamantes que en cuyo centro se encuentra el corazón de la Mar, un gigantesco y genuino diamante azul, similar a un zafiro. Me refiero al Corazón del mar.
En realidad el director copió la forma de otro diamante muy famoso que tiene una posible maldición alrededor suyo. Es el llamado diamante Hope. He aquí su historia.
El diamante Hope tiene su origen en el diamante Tavernier Blue, que inicialmente se encontraba en la mina Kollur, ubicada en Golconda, India. El diamante se caracterizaba por tener una forma triangular y un peso de 115 quilates (equivalente a 22,44 gramos). Su nombre se debe al comerciante francés Jean-Baptiste Tavernier, quien adquirió la gema entre los años 1660 y 1661. De acuerdo a la leyenda, el Tavernier Blue fue tallado por una antigua deidad del sol y había sido robado, del ojo de un ídolo esculpido en honor a la diosa hindú Sītā, esposa del dios y avatar Rāma.
En el año 1668, Tavernier lo vendió al rey Luis XIV de Francia. Después de venderla, Tavernier cayó en quiebra y huyó a Rusia, en donde sería hallado muerto de frío, mientras el cadáver había sido devorado por alimañas. El joyero de la corte real, llamado Sieur Pitau, lo cortó para originar una nueva piedra de 67 1/8 quilates (13,4 gramos). Dicho trozo mineral comenzó a ser conocido como el "Diamante Azul de la Corona" (aunque también se conocía como French Blue; "azul francés", en su traducción). Durante algunas ceremonias, el rey solía portarlo en un lazo para el cuello, donde se encontraba incrustado en oro. En 1749, el rey Luis XV de Francia lo portó en su colgante, que simbolizaba a la Orden del Toisón de Oro. Tras su muerte, esta joya dejó de usarse como insignia.
En el año 1691, la madame de Montespan, amante del rey, quiso que Luis XIV le obsequiara el diamante. Poco después, cayó en desgracia y murió olvidada en 1707.
En el año 1715, con motivo de la visita del embajador del sha de Persia, el rey de Francia le mostró el diamante, para que viera que el objeto no podía hacerle ningún mal.
Luis XIV murió ese mismo año, de manera inesperada. Con su muerte, muchas personas comenzaron a creer que el diamante causaba desgracias a su poseedor correspondiente.
El siguiente rey, Luis XV de Francia no mostró mayor interés en la gema y ordenó conservarla en un cofre.
A su llegada a la corona, el rey Luis XVI de Francia le regaló el diamante a María Antonieta de Austria, con tal de que lo agregara a su colección de joyas. En el año 1774, María Antonieta, esposa del rey Luis XVI de Francia, decidió portar el diamante y prestarlo a la princesa de Lamballe. Durante la Revolución francesa, en 1792 mientras ambos permanecían en prisión, el colgante fue robado. Uno de los responsables, el cadete Guillot, lo llevó a la ciudad El Havre. Después, lo transportó a Londres con el fin de comercializarlo. Cuatro años después del hurto del mismo, en 1796, Guillot fue encarcelado cuando intentaba venderlo en Lancry de la Loyelle. Debido a que María Antonieta y su esposo murieron en la guillotina y la princesa fue brutalmente asesinada a manos de una muchedumbre enardecida, se ha atribuido también al diamante azul el asesinato de éstos.
En el año 1820, el diamante fue dado al holandés Wilhelm Fals que cortó la joya en dos. La primera fue adquirida por Carlos Federico Guillermo, duque de Brunswick. Más tarde, el duque cayó en quiebra. La segunda la conservó el holandés. El hijo de Fals optó por robarle la joya a su padre y venderla al francés Beaulieu. Se atribuye al hurto de la joya, la muerte de Fals y su hijo, quien se suicidó tiempo después.
Beaulieu, un joyero vendió a un traficante de diamantes llamado Daniel Eliason quien también la vendió rápidamente al rey Jorge IV de Inglaterra. La muerte del rey se atribuye también al uso del diamante, que había sido incrustado en su corona.
En 1824, el diamante reapareció en el contexto histórico, al formar parte de la colección de gemas de Henry Phillip Hope. En ocasiones, Hope solía portarlo en una fíbula ó se lo enviaba a Louisa Beresford, esposa de su hermano Henry Thomas Hope, quien lo usaba para algunos bailes formales. Tras la muerte de Phillip Hope, acaecida en el año 1839, sus tres sobrinos intentaron obtener la herencia de la colección de gemas de su tío hasta que, diez años después, Thomas Hope la adquirió, incluyendo al diamante Hope. Tiempo después, la colección fue exhibida durante la Gran Exposición de Londres, en 1851, así como en la Exposición Universal de París, en 1855.
Sucesivamente, la colección de gemas pasó a ser heredada por cada uno de los descendientes de la familia Hope. Cuando Henry murió, en el año 1862, su esposa Adele heredó las gemas. Tras la muerte de ésta, en el año 1884, la herencia recayó en su hija, Henrietta, quien contrajo matrimonio con el duque Henry Pelham-Clinton. Cuando ambos murieron, le tocó el turno a su hijo Henry Francis Pelham-Clinton Hope, quien recibió su herencia hasta el año 1887. Sin embargo, debido a que sólo estaba interesado en una sola persona para su herencia, estuvo obligado a no vender la colección, sin previo permiso de la corte.
El 27 de noviembre de 1894, Francis Hope contrajo matrimonio con su amante, la actriz estadounidense May Yohe. Yohe expresó que ella únicamente había portado el diamante durante algunas reuniones literarias (incluso, decidió crear una réplica exacta para dichas reuniones), aun cuando Hope lo desconocía. En el año 1896, Hope se declaró en quiebra y, como era incapaz de vender el diamante Hope sin el permiso de la corte, su esposa lo apoyó económicamente. Fue hasta el año 1901 cuando, finalmente, Hope pudo vender la gema, mientras que Yohe y él se divorciaron al año siguiente.
Hope vendió el diamante por £29,000 a Adolf Weil, un joyero inglés. Más tarde, éste la vendió al coleccionista de diamantes estadounidense Simon Frankel, quien lo llevó consigo a Nueva York. Durante esa época, en Estados Unidos, el diamante Hope estaba valuado en $141,032 (equivalente a £28,206). En el año 1908, Frankel vendió la gema al francés Salomon Habib por $400,000. Sin embargo, el diamante fue revendido en una subasta, llevada a cabo el 24 de junio de 1909, junto con otras posesiones materiales de Habib. De esta manera, el siguiente poseedor fue el comerciante francés Rosenau, quien lo compró por $80,000. Al año siguiente, Rosenau vendió finalmente el diamante Hope al joyero Pierre Cartier por un monto de 550,000 francos.
Hope vendió el diamante por £29,000 a Adolf Weil, un joyero inglés. Más tarde, éste la vendió al coleccionista de diamantes estadounidense Simon Frankel, quien lo llevó consigo a Nueva York. Durante esa época, en Estados Unidos, el diamante Hope estaba valuado en $141,032 (equivalente a £28,206). En el año 1908, Frankel vendió la gema al francés Salomon Habib por $400,000. Sin embargo, el diamante fue revendido en una subasta, llevada a cabo el 24 de junio de 1909, junto con otras posesiones materiales de Habib. De esta manera, el siguiente poseedor fue el comerciante francés Rosenau, quien lo compró por $80,000. Al año siguiente, Rosenau vendió finalmente el diamante Hope al joyero Pierre Cartier por un monto de 550,000 francos.
En el año 1911, Cartier decidió comercializar la joya y venderla a la socialité estadounidense Evalyn Walsh McLean, quien inicialmente negó haberla comprado. A pesar de sus declaraciones, la gema fue vista en algunas reuniones que McLean organizó. A su muerte, en el año 1947, el diamante recayó, de acuerdo a su testamento, en sus nietos. Sin embargo, éste tuvo que ser apropiado por otros beneficiarios, puesto que la herencia sólo podría efectuarse hasta que el mayor de ellos cumpliera sus 25 años de edad. Lo anterior significaría una espera de 20 años más. Los beneficiarios obtuvieron el permiso de la corte para venderlo y saldar sus deudas económicas pendientes. En el año 1949, el comerciante estadounidense Harry Winston compró la joya.
Winston exhibió el diamante Hope en su "Corte de Joyas", una colección de gemas expuesta en diferentes museos e institutos de Estados Unidos. A mediados de 1958, Winston optó por realizar algunos cortes geométricos en el diamante, con el fin de incrementar su brillo.
Más tarde, lo donó al Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsoniana, el 10 de noviembre de 1958, enviándolo en un sobre de papel de estraza, por medio del servicio postal nacional.
Otros dueños del diamante han sido el príncipe Iván Kanitowski. Kanitowski obsequió el diamante a una vedette, a quien días después asesinaron, el griego Simón Montarides, Abdul Hamid II otros quienes también tuvieron muertes trágicas, la mayoría de ellas aún atribuidas al uso del diamante Hope.
En la actualidad el diamante Hope tiene un color azul marino, pesa 9 gramos y presenta fluorescencia roja.
El diamante de Titanic sigue ese modelo y esas características.
La joyería de Londres Garrard & Co. diseñó el collar para la filmación de la película. Usaron un zirconio cúbico azul de oro blanco valorado en 10.000 dólares que se guardaba en los archivos de la Twentieth Century Fox. Medía aproximadamente 5cms de alto x 5 cms de ancho por 1.6 cms de grosor. La cadena medía cerca de 60 cms de largo. Celine Dion compró una réplica en una subasta benéfica por 2.200.000 dolares hecho con un zafiro de 170 kilates y diamantes.
Leonardo Di Caprio que interpreta a Jack Dawson dibujó a su amada Rose desnuda con solo el diamante en su cuello, regalo de su prometido.
Este dibujo se vendió por un precio desconocido pero que oscila entre los 7.500 y los 11 .000 euros a un comprador anónimo en una subasta por el portal Premier Props en abril del 2011. La obra fue realizada originalmente por el director de la cinta James Cameron, pero es firmada con las iniciales J.D. (Jack Dawson). Al lado escrito a lápiz puede leerse la fecha de creación del dibujo. April 14 1912. El retrato resulta valioso no sólo por que es importante en la historia del largometraje, sino también porque Kate Winslet aseguró que nunca más posaría desnuda.
Comentarios
Publicar un comentario